"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

Filosofía ¿barata?

De la ética y otras cuestiones

Hace un tiempo escuché “yo en mi trabajo soy un técnico”. Me hizo pensar, sobre todo me hizo pensar en quién soy yo en mi trabajo. Cuando uno empieza a pensar es complicado para. Por eso de ahí pasé a pensar quién soy yo en mi partido, quién soy yo en la asociación a la que pertenezco, quién soy yo…en fin “quién soy yo”. No me fue difícil llegar a una conclusión “yo soy la persona”, con mis normas éticas, con mi coherencia (a veces mayor y a veces menor), con unos límites que si estoy dispuesto a pasar, pero otros que jamás pasaré. Por eso cuando en mi trabajo, en mi partido, donde sea, entran en conflicto el técnico, el afiliado, con la persona que soy, debo reconocer que gana la persona. Me cuesta callarme, me cuesta tener obediencia de voto. Yo, como todos, tengo capacidad de negociación. Hay cosas en las que no me importa abandonar mi punto de partida, incluso adoptar el del otro, aunque este esté en el punto opuesto. Pero siempre será si la persona no sale muy dañada. Si cuando llegue la noche y me acueste, después de desnudarme del técnico, del afiliado, del asociado, y cuando sólo quede un montón de huesos, de carne, de piel, con algo de ética, algo de coherencia, algo de mí, puedo cerrar los ojos y seguir durmiendo como un niño.
No, no estoy de acuerdo con el voto de obediencia, no estoy de acuerdo con que cuando entro a mi trabajo la persona que soy desaparece, no estoy de acuerdo con dejar de ser quien soy en aras de un trabajo, de un partido, de lo que sea. Y puede que si hubiese más gente dispuesta a ser “persona” antes que cualquiera de esas partes en las que nos convertimos por asociación, nos fuese mejor a todos.
De todas formas, y como consejo de alguien que es más viejo de lo que parece a los jóvenes que hoy comienzan en política, en un trabajo, donde sea, negociar, moveros de vuestro punto de partida si es necesario, incluso seguir una obediencia de voto si lo creéis oportuno y bueno, pero no consintáis nunca perder la persona que sois, que nunca os miréis a un espejo y no reconozcáis al que comenzó. Y a los que son más viejos y ya casi no se reconocen decirles que un buen trabajo a partir de hoy sería comenzar a recuperar a la persona que había en ellos.

Domingo, sentado en el sofá, esto es lo que pasa cuando se tiene tiempo libre, jajaja.

Sueño

Sueño