"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

viernes, 9 de noviembre de 2012

Los nadie (a lo lejos, entre sombras, adivino la locura)


 J- ¿Quiénes son?
M- No lo sé. Están siempre ahí, afuera, esperándome. Ayúdame.
J- Aquí no hay nadie.
El viento del norte llegaba sin obstáculos hasta la puerta de su casa. Noche, noche cerrada, siempre noche. Un silencio, apenas roto por el griterío de los niños y la banda de música, se dejaba caer desde lo alto.
M- Diles que me dejen en paz. Al menos hoy. Diles que no soy yo a quién buscan. Por favor cierra la puerta.
J. Pero ya te he dicho que no sé de quién me hablas. Afuera, más allá de la puerta, solo hay vacío. Ya he dado dos vueltas y nada, nadie.
M- Me dan miedo. Me hablan de mí, me hablan. Son incapaces de  cerrar la boca. Una y otra vez inundan de sonidos mi renuncia. Diles que se callen.
El pulpito lleno de generales, de madres de hijos muertos, de cocodrilos. Los focos luchando a brazo partido con la ausencia de estrellas. La luna llorando, escondida detrás de unos árboles, llorando. Una hoja que pasa rodando camino abajo dice que es enero, aunque no puedo ver bien el día.
M- ¿Eres un de ellos, verdad?
J- ¿Uno de quiénes? Acabarás por volverte loco y por volverme loco a mí.
M- Si, eres uno de ellos, el peor de todos. El que consiguió abrirse paso en esta selva de olvido y llegó a mi puerta. Eres el héroe de la manada. El que levantará su brazo con un cuchillo en la mano lleno de mi sangre. Al que levantarán estatuas por todo el país y será venerado en las escuelas y en cantos. Pero no me importa, no al menos si consigues que se callen. Aunque no me creas, diles que se callen por favor, aunque solo sea unos segundos. Hazlo por mí, por favor.
Sobre la puerta, a la derecha, en un rincón, una araña ha tejido una hermosa tela que tiembla a cada nuevo cañonazo. El ensordecedor ruido acalla por unos minutos las palabras de ambos. Se ven sus bocas, sus caras desencajadas, sus gestos, en un mundo donde el ruido los ha convertido en dos actores del cine mudo. Y de pronto, como si cientos de personajes, los cañones, los niños, la banda de música, y tantos otros, se pusieran de acuerdo en un complicado unísono, el silencio.
J- ¡¡¡¡¡¡ Silenciooooooooooooooooooooooooo !!!!!
M- ¿Lo oyes?, ¿oyes mi corazón? No suena, nada, silencio. Hace días que no suena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sueño

Sueño