En tu pelo hay un nido;
En tu espalda hay un rio
De gravedad sin tiempo,
Allí nadan mis manos
En las noches de agosto.
En tu vientre hay un libro
Con páginas de harina,
Allí escribo, en silencio,
Mientras espero al alba.
En tu mano hay un duende,
En la mía un hechizo.
En tu boca hay un barco
Que zarpa en las noches,
Yo lo espero en el faro,
Amarrado a la luna.
En tu pecho hay arena,
Y una playa infinita,
Allí juego a castillos
Con mis manos de arcilla.
En tu intención hay fuego
Y en la mía el delirio.
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