"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

viernes, 18 de noviembre de 2011

Un atisbo de cordura. Tres. Si esta noche...

Si esta noche que nunca termina, porque no está en un cielo con tiempo, sino en mi alma, quisiera dejarle un rinconcito a un rayo de sol. Si este dolor, que no puede pedirle explicaciones ni echarle culpas a un golpe, porque nace en cada poro como un manantial de hielo, le dejase espacio, no importa cuánto, apenas un pedacito, a la ternura. Si este sabor a hiel y retama, que no entró en mi boca al morder la vida, sino que parece que nació con el primer diente y tomó acomodo por siempre, sin que el más dulce de los licores sea capaz de borrarlo, dejara que un beso, solo uno, no pido más, caminase durante unos segundos por mis labios. Si ese grito, que mi garganta rota de tanto silencio, no pudo emitir nunca, porque para un grito hace falta rabia, o felicidad, o miedo, y los sentimientos pasan siempre de largo en mis tierras. Si ese grito se tomase tiempo, mirase con calma a los ojos de quien nunca me mira, y se precipitase al vacío quebrando en cada oído un muro de ausencias; pero un grito no es nada cuando nadie lo lanza ni nadie lo espera. Si estas manos, manos a las que casi no les falta nada. Dedos, falanges, yemas, movimientos casi imposibles, deseo y fuerza. Si estás manos no tuviesen solo la excusa de mi cara, de una camisa, de un teclado, y poco más. Si otras manos, aunque solo fuese dedo a dedo, las rozasen. Que poco es un roce pero cuanta vida en la intención. Pero se esconden temblorosas tras un manto de callos e indecisión.
Si yo, o tú, o los dos juntos, cogiésemos ese rayo de sol, un rayo capaz de acabar con todo nuestro dolor, y juntásemos nuestros labios. El sabor a retama nunca soportó la dulzura de un beso. Y entonces un silencio, o el más atronador de los sonidos, diesen la bienvenida a nuestras manos. Entonces…pero mientras tanto es de noche, y el silencio se esparce hasta el horizonte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sueño

Sueño