"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

domingo, 27 de noviembre de 2011

Un día el mar, o la mar, nunca se sabe, me preguntó “¿De qué color es el beso que me guardas, si es que me guardas un beso?” Y me di cuenta de que mis besos no tienen color, son transparentes, como el deseo. Son del color de los labios que me besan. Entonces se llenan. A veces como arco iris sin límite de colores, otras de rojo, de un rojo intenso, que da la sensación de haber besado la sangre más pura en el centro de un corazón. La mayoría de las veces toman el color de lo que nunca ha dicho la boca que los besa, de sus miedos, y sus anhelos, de sus caminos sin huellas que nunca se atrevieron a andar. Entonces en mis besos hay manos que esperan tendidas a otras manos, y un banco donde espero, y tiempo, mucho tiempo. Pocas veces, cuando los labios pasaron por casualidad y sin más pretensión que mi boca, mis besos siguen transparentes, como el deseo.
Hoy, hace apenas unos segundos, el mar, o la mar, eso nunca se sabe, me preguntó de qué color es el beso que le guardo, y estoy seguro que una ola rompió en ese momento contra el alba, llenándolo todo de espuma, como mis besos, y dejando un rastro en la playa que lleva hasta mi boca. Porque recuerdo la espuma en sus labios, y un atardecer donde sus miedos estaban siempre escondidos entre las rocas, y su boca, y su risa al ver el color de mis besos sin saber que eran los suyos. Si mañana el mar llega a mi puerta, o mis pasos me llevan a su playa, llegaré con mis besos trasparentes, a pintarlos de luna y de amapola, a pintarlos de…¿de que color pintará la mar mis besos?.

1 comentario:

  1. Se llenaron de lágrimas sus ojos, al tiempo que bebía sus palabras. Temblaron las olas en el centro y todo se llenó de espuma.

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Sueño

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