"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

miércoles, 4 de abril de 2018

VOLVÍ


Anoche volví del país en donde llueven sombras. He de reconocer que no fue un buen viaje, ni los compañeros de viaje fueron los mejores. Allí dejé alguna de las pieles que guardaba para tiempos peores, aunque puede que estos hayan sido tiempos peores. Allí, cuando deja de llover, se instaura el tiempo del llanto, y las lágrimas de los miles de pobladores caen, sin descanso, formando pequeños riachuelos que convergen con otros riachuelos hasta formar un ancho río, que junto con otros, van a dar a uno de los mares más grandes que existen. Allí lo llaman el mar de los deseos, aquel que forman los cientos de lágrimas derramadas por no poder cumplir deseos. No existe la noche, porque difícilmente puede existir donde no hay día; pero se da una tenue claridad que lo convierte todo en sombras, a las que son y a las que no. Y allí, sólo allí, es uno de los pocos sitios donde no se da la muerte, y es fácil adivinar el porqué: porque allí no se da la vida.

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Sueño

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