"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

jueves, 1 de septiembre de 2011

Deja que te hable.


Deja que te hable al oído, cierra los ojos e imagina.
Si al escuchar mi voz piensas en un río, si sientes cada sonido como el murmullo de sus aguas, entonces…; pero escucha, no dejes de escuchar, porque puede que sientas en mi aliento como el más cálido de los vientos... entonces tu cabello se levantará poco a poco, apenas casi nada, imperceptible, como si la más pequeña de las manos de ese viento jugase con él y…; pero atenta, estate atenta, porque puede que sientas el roce de mis labios, y los sientas como si de golpe se deshojasen miles de amapolas en tu cuello, o como si cientos de plantas de algodón dejasen caer su fruto por tu espalda, entonces…; entonces no abras los ojos, no los abras nunca, porque sólo verás el diablo que siempre va conmigo.
Ese, ese es el calor que sientes, el calor que te acompaña hace tanto y nunca supiste de dónde venía. El calor que el más triste de mis ángeles nunca se atrevió a negarle al más dulce de mis diablos.

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