"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

martes, 11 de octubre de 2011

Cuando el cansancio desaparezca

Cuando el cansancio desaparezca he de subir a la buhardilla. Abriré el arcón. Seguramente escucharé chirriar sus bisagras. Entonces acercaré mis labios y dejaré que caigan unos cuantos besos. Siempre se quedan tantos en los labios y en la intención. Cuando note mi boca seca, porque hasta los de la imaginación estén ya en el fondo del arcón, sabré que no quedan más. Entonces desnudaré mis brazos. Los noto tan pesados. Meteré mis manos hasta el fondo, y notaré como bajan por mis venas los miles de abrazos que tenían ya tus medidas, y que ya solo iban a ser aire. Luego caerán cientos de caricias de mis manos, y juegos obscenos de mis dedos, mientras noto como se cuela el frío por mis huesos hasta llegar a mi alma. Allí, de rodillas, como si pidiese perdón a lo que ya no será, levantaré mi vista para no ver mi corazón. Mi corazón asomará la cabeza por mi pecho e iluminará el fondo. Solo unos segundos, los necesarios para que la oscuridad juegue con él. Luego vendrán los pasos, los que ya no escucharán los tuyos, la risa, la que ya no escucharé yo. Y poco a poco me iré vaciando de cuanto ya no será, ni seré yo. Me quedaré un rato allí, después de cerrar su puerta. Puede que con suerte duerma un rato. Al despertar ya no estarás. Sentiré mis brazos libres, sin peso, pero tristemente solos. Notaré mi boca sin la impaciencia de la espera; pero en ella el eco encontrará su morada porque ya no habrá besos que la ocupen. Mi corazón golpeará como hace tiempo no lo hacía, aunque no comprenda para qué sirve un corazón que solo bombea sangre. Y bajaré solo, como hace tiempo no lo estaba. Quién sabe, tal vez tú no tengas un arcón, ni una buhardilla donde esconderlo, y tu boca tenga besos para ti y para mí, y tus brazos me enseñen de nuevo las medidas, y a tu corazón, que siempre fue más grande que el mío, no le importe compartir mi pecho, quién sabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sueño

Sueño