"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

miércoles, 27 de abril de 2011

Después de unos días de lluvia


Estás sentada, mirando por la ventana después de unos días de lluvia. Más allá de los cristales puede que haya tejados, tal vez alguna que otra nube colgada del cielo, y quizás un horizonte; pero tú no los ves. Estás sentada, mirando por la ventana después de unos años de sueños. La última gota de la tormenta de hace poco más de una hora arrastra por el cristal lo que queda de tu último sueño. Apenas un eco lejano que casi no llega a tus oídos. El cristal devuelve entre sombras el contorno de tu rostro. No es un buen momento. En el aparato de música suena una canción que habla del ayer, y toda tú eres ayer. Un ayer que parece haber trabajado tan sólo en tu contra. La última gota de lluvia hace rato que desapareció por el cristal y sin embargo tú la sigues viendo, baja por tu mejilla, en el reflejo en tus ojos siguen lloviendo como lo ha hecho en los últimos años. Nadie llegará a tu puerta, aunque tocasen cientos tú sabes que no llegará nadie. Y aun así sigues esperando. Y en la espera un labrador infatigable trabajó en tu rostro.
Te levantas cuando la oscuridad ha hecho que desaparezca la ciudad en tu ventana y en su lugar ha dejado a una mujer que prefieres no mirar ahora. Apagas la música como si así pudieses apagar cada uno de los ayeres; pero la habitación parece el lugar donde el eco duerme cada tarde y en tu cabeza sigue sonando la misma canción una y otra vez. Coges un libro. Piensas que puede que viviendo otras vidas acabes por olvidar la tuya, y en cada palabra, en cada línea, vuelves a encontrar escondido al malicioso bufón que te ha recordado día tras día que sigues siendo la reina de un reino donde sólo vives tú. Cierras de golpe el libro y coges la agenda. Puede que allí encuentres un poco del descanso que ahora tanto necesitas. Pero la agenda te devuelve al vacío. Una agenda llena de citas, de tareas, de lugares a los que tienes que ir huyendo de ti, y a los que siempre acabas yendo sola. Vuelves a sentir una gota de lluvia cayendo por tu mejilla, sigue lloviendo en tus ojos.

Y ahora escucha esto...

1 comentario:

  1. Precioso. Conmovedor. Tienes escritos m´s poéticos, o estéticamente más bellos con el mismo tema. Recuerdo algunos. Pero este es "conmovedor".

    Bien, Román.

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Sueño

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