"Yo te contaré cada día un cuento, y tu me regalarás tu mirada"

jueves, 10 de marzo de 2011

Ausencias

Dejo que una lágrima ruede por mi mejilla, pero esa lágrima no es mía. Una sonrisa se cuelga burlona de mis labios y mira con insolencia hacia el horizonte, pero esa sonrisa no es mía. Un sol, al que hace mucho que esperábamos, asoma por el este y se extiende hasta donde alcanza la vista llenándolo todo de vida; pero ese sol no es para mí. Una canción, que hace días se escucha en la cadena de música, llena de melodía la casa en la que ahora estoy y repite una y otra la vez la frase “yo vengo a ofrecer mi corazón”, pero esa música no es mía, como no es mía la casa, como no es mío el corazón. Una mujer morena me habla, una mujer morena me besa, una mujer, tan sólo una mujer, me dice adiós desde el final de una escalera, y se lleva con ella la mirada, los besos, la mujer, porque ninguno era mío, como no es mía la espera.
Un hombre se mete dentro de unos pantalones, de un jersey, peina un pelo que no haría falta peinar, habla con un extraño en un espejo con palabras que parecen venir de un lugar lejano, sale a la calle. Desde mi ventana lo veo y le digo adiós con la mano, porque ese hombre… ese hombre no soy yo.

Y ahora escucha esto...

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